El programa Créditos a la Palabra fue una iniciativa impulsada por el Gobierno de México para ofrecer apoyo financiero directo a micro y pequeñas empresas que enfrentaban crisis económicas, especialmente durante la contingencia por COVID‑19. Su propósito central fue proporcionar recursos sin trámites complicados para fomentar la continuidad de negocios familiares, promover el empleo local y fortalecer la economía de comunidades vulnerables.
¿Cómo funciona el programa “Créditos a la Palabra”?
Obtener un crédito a la palabra implica un proceso con varias etapas, orientado a simplificar el acceso:
- Registro: Los posibles beneficiarios se identifican a través de censos oficiales, como el censo Bienestar, focalizados en zonas prioritarias.
- Contacto de Servidores de la Nación (PSN): Estas personas verifican el interés de los solicitantes y validan los datos proporcionados.
- Presentación de documentos: Una vez confirmada la intención, los solicitantes entregan la documentación requerida mediante medios digitales o presenciales.
- Notificación: Se comunica a los solicitantes si su crédito fue aprobado o rechazado, indicando montos y condiciones de pago.
Criterios de elegibilidad
Dependiendo de la categoría del solicitante, los requisitos pueden variar. Algunas modalidades conocidas incluyen:
- Microempresas Familiares: Personas con al menos 6 meses de operación del negocio familiar, que estén inscritas en el censo Bienestar y cumplan requisitos básicos de identidad.
- Empresas Cumplidas (Personas Físicas o Morales): Que estén inscritas en un régimen fiscal, que hayan tenido empleados registrados ante el IMSS antes del cierre de 2020, sin estar inscritos en listas negativas y sin haber recibido apoyos previos.
- Mujeres Solidarias: Mujeres mayores de edad registradas formalmente como personas físicas con actividad productiva, con condiciones especiales para participar.
Documentación requerida
La documentación exacta depende de la modalidad, pero típicamente incluye:
- Identificación oficial vigente (INE, pasaporte, etc.)
- CURP y RFC
- Comprobante de situación fiscal y bancarios
- Detalles del negocio, como fotografías, ubicación y giro
Para las modalidades empresariales, se pueden pedir constancias fiscales, estados financieros o evidencias de registro ante el IMSS.
Montos, plazos y condiciones
Durante su vigencia inicial, los Créditos a la Palabra ofrecían las siguientes condiciones:
- Monto: $25,000 pesos por crédito otorgado.
- Plazo de devolución: 33 mensualidades fijas de aproximadamente $823.70 pesos cada una.
- Tasa de interés: El interés estaba contemplado, pero se integraba al crédito (no se cobraba adicionalmente) bajo los lineamientos del programa.
- Período de gracia: 3 meses antes de iniciar los pagos.
Preguntas frecuentes
¿Se exige historial crediticio?
No era un requisito determinante para la aprobación. Muchos beneficiarios recibieron el apoyo incluso sin historial o con historial limitado.
¿Cuándo comienzan los pagos?
Los pagos inician en el cuarto mes posterior al otorgamiento, tras el período de gracia de tres meses.
¿Dónde se realizan los pagos?
En la cuenta bancaria designada durante el trámite o mediante los mecanismos que determine la institución operadora.
¿El crédito genera intereses extra?
No se contempla interés adicional aparte del incorporado al crédito original según los lineamientos del programa.
¿Qué sucede si no se pagan los meses?
Aunque el programa estaba basado en un “compromiso solidario”, la baja tasa de recuperación ha sido señalada como un problema.
¿Se trata de un crédito similar al del IMSS?
No exactamente; aunque hay modalidades conectadas al IMSS (como “Apoyo Solidario a la Palabra”), los Créditos a la Palabra operaban con líneas distintas y criterios particulares.
Evaluación y resultados
- Se otorgaron cerca de 1.457 millones de apoyos por un monto total de $36,443 millones de pesos durante 2020–2021.
- La recuperación ha sido muy baja: sólo alrededor del 20 % del total ha sido reembolsado.
- De acuerdo con datos oficiales, los reembolsos entre 2020 y 2022 suman unos $3,876 millones, lo que representa aproximadamente 11 % del monto entregado.
- La Auditoría Superior ha señalado deficiencias en los mecanismos de comprobación del impacto del programa, así como irregularidades en su diseño.
Conclusión
El programa Créditos a la Palabra surgió como un mecanismo urgente para apoyar a los pequeños negocios durante la crisis por la pandemia, otorgando recursos de modo rápido y con mínimas exigencias. Si bien el objetivo era proteger fuentes de empleo y mantener la economía local activa, su ejecución ha enfrentado retos significativos en cuanto a recuperación y evaluación de impacto.